Por: Michelle Félix
La climatología médica es la ciencia
encargada de estudiar la relación entre
los agentes físicos y de salud. La información que capta nuestro cerebro sobre las condiciones
ambientales, envía órdenes de liberar o no ciertas hormonas que regulan
funciones biológicas de nuestro cuerpo, afectando directamente a nuestro estado
de ánimo.
Pero hay personas en los que cambiar de
estación tiene un gran efecto en ellos, la mayoría de los casos negativo. A
este trastorno se le conoce como Trastorno Afectivo Estacional (TAE).
Consiste en el hecho de que la persona
que lo padece se deprime al entrar en una determinada época del año, ya sea
otoño-invierno o primavera-verano. Aunque no es algo muy común llega a
padecerlo entre el 4% y el 6% de la población y es más común que se presente en las mujeres.
En la mayoría de los casos se presenta en
forma gradual, mientras que en otros, suele desaparecer cuando ocurre un cambio
de estación. No todas las personas padecen los mismos síntomas, así como puede
ser una depresión leve, puede llegar a ser un caso muy serio.
Por lo general las personas que padecen
de TAE presentan pérdida de apetito,
ansiedad, pérdida o aumento de peso, ansiedad, agitación e insomnio, bajo nivel
de energía, dificultad al concentrarse, somnolencia e irritabilidad.
Es fácil saber si padeces de este
trastorno ya que los síntomas suelen reaparecer en las mismas épocas del año.
Hay casos leves que con el hecho de mantenerse ocupado y procurar un mayor
contacto social es suficiente para que este desaparezca, pero cuando es algo
que está afectando gravemente a la persona es necesario acudir con un
especialista.
El tratamiento que se le da al paciente
en este caso es a base de una terapia con luz, medicamentos antidepresivos y
psicoterapia.
Nuestro ánimo cambia dependiendo ciertas
condiciones climatológicas, y aquí esta la explicación del porque nuestro
comportamiento cambia con algunos factores como:
La lluvia: es agua, el agua nos aporta
salud. Pero también puede influir negativamente ya que cuando está nublado, hay
una falta de luz. Esta comprobado que hay mayor índice de depresión en lugares
en los que llueve continuamente en comparación con los que predomina el sol.
La nieve: al igual que la lluvia es
humedad pero al contrario de esta, la nieve hace que la luz se magnifique.
Frio: las bajas temperaturas, generen en
muchos casos, enfermedades y dolencias por el hecho de que el cuerpo necesita
estar en movimiento para mantenerse tibio. En algunos casos se agravian debido
al viento que surja en la zona.
El calor: los climas
cálidos ayudan a la recuperación de ciertas enfermedades, debido a que este
factor se asocia directamente al sol, que es una fuente inagotable de vitamina
D, que favorece ha que nuestro organismo funcione correctamente. Psicológicamente,
mejora nuestro estado de ánimo ya que produce dopamina (conocida como la
hormona de a felicidad). Aunque si se abusa de exponerse ha él puede causar
dolores de cabeza, deshidratación o un golpe de calor.
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