Por
Michelle Félix
La cortesía es algo que nunca esta de más, pero
cada vez parece que “los buenos modales” son palabras que pocas personas
conocen.
Un día mientras iba caminando por la calle con una compañera,
que solía vivir en un pueblo, realmente me sorprendió el hecho de, que ha cada
persona que pasaba cerca de ella (resaltando que era muy temprano y había muy
poca gente) le decía buenos días, en mi cuidad que es un poco mas grande que la
de ella, no es algo que acostumbremos, a menos de que sea alguien conocido,
debido a la ola de delincuencia que ha pasado por nuestro país, se ha llevado
la confianza de las personas, la facilidad de relacionarnos con extraños que
conoces mientras esperar algo, la educación, la conciencia, atacando
directamente a nuestra cortesía.
Pero esto no es solo culpa de la delincuencia,
digamos que esto es solo un 50%, la otra parte se la acreditaría a la tecnología.
Nuevos celulares, nuevos I-pod, redes sociales en todos lados, la facilidad de
comunicarnos por medio de un aparato electrónico, es mas accesible para un
mayor numero de personas día con día, todos estos adelantos sin duda alguna,
desde el momento en que aparecieron nos facilitaron innumerables diversidad de
actividades, pero lamentablemente han atacado silenciosamente en nuestra manera
de comunicarnos frente a frente.
Ver a jóvenes y adultos pegados a la pantalla de su
celular mientras caminan o esperan, se ha vuelto algo normal, tal vez tú seas
una de esas personas pero ¿se han dado cuenta de todo lo que se pierden? Atreves
del celular puedes ver miles de imágenes sorprendentes, de otros lugares, o
enterarte de información al instante, sin embargo la mayoría del tiempo nos
perdemos de todas las maravillas que podemos ver en vivo y del increíble don de
poder compartir con la gente por estar encerrados en una pantalla.
Existe una teoría que dice que entre más “civilizada”
esta una sociedad, pierde el sentido del contacto con los humanos, si me hubieran
dicho esto hace unos meses no lo habría creído, pero hoy que mi vida se realiza
en una cuidad con mas tecnología, puedo afirmar esta teoría. La gente suele
perder su esencia humana al depender tanto de los aparatos electrónicos, se
vuelven más fríos, cerrados e insensibles.
En el tráfico al estar tan saturados y todos tan
apurados, es algo común escuchar faltas de respeto por todos lados, son
contados el numero de carros de que te el pase, la gente no respeta las señales
de tránsito y por demás, parecería que al subirse al vehiculó se olvidan de la cortesía.
Aprender
a sonreír, independientemente de nuestro temperamento, saludar, sin importar quien
sea la otra persona, cuidar el tono de las palabras, para no ofender al otro,
expresarnos con respeto, son algunos hábitos de cortesía que conforme pasa el
tiempo se vuelven mas escasos, y que deberíamos de hacer un esfuerzo por
practicar, para evitar una perdida total de ellos.
Una persona
es poco, pero siempre he dicho que es suficiente para iniciar algo y si tu
puedes ser quien despegue a alguien de su celular, o quien diga ¡buenos días! Al
llegar a un lugar ya estarás iniciando un cambio.
Por ultimo
les dejo este poema de Amado Nervo:
“La cortesía”
La vida, por breve que sea, nos deja
siempre tiempo para la cortesía.
Huye de las gentes que dice: "Yo no tengo tiempo para gastarlo en etiquetas". Su trato te rebajaría. Estas gentes están más cerca de la animalidad que las otras. ¡Qué digo! La animalidad se ofendería ... El perro jamás te dejará entrar a tu casa sin hacerte fiestas con ese meneo de cola "tan honrado", como ha dicho Schopenhauer. El gato mimoso y elástico, en cuanto te vea, irá a frotarse contra ti. El pájaro parecerá escuchar con un gracioso movimiento de cabeza lo que le dices, y si percibe en el metal de tu voz la cariñosa inflexión que él conoce, romperá a cantar. , Dante en la VIDA NUEVA, llama a Dios SEÑOR DE LA CORTESÍA.
La Cortesía es el más exquisito perfume de la vida, y tiene tal nobleza y generosidad que todos la podemos dar; hasta a aquellos que nada poseen en el mundo, EL SEÑOR DE LA CORTESÍA les concede el gracioso privilegio de otorgarla.
El hombre feliz, que no tenía camisa, sí tuvo cortesía para recibir a los emisarios del Sultán enfermo.
¿En qué abismo de pobreza, de desnudez, no puede caber la amable divinidad de una sonrisa, de una palabra suave, de un apretón He manos?
La Caridad, opulenta o humilde, lleva siempre el ropaje de la cortesía, y la santidad más alta no podemos ni imaginárnosla sino infinitamente cortés.
Huye de las gentes que dice: "Yo no tengo tiempo para gastarlo en etiquetas". Su trato te rebajaría. Estas gentes están más cerca de la animalidad que las otras. ¡Qué digo! La animalidad se ofendería ... El perro jamás te dejará entrar a tu casa sin hacerte fiestas con ese meneo de cola "tan honrado", como ha dicho Schopenhauer. El gato mimoso y elástico, en cuanto te vea, irá a frotarse contra ti. El pájaro parecerá escuchar con un gracioso movimiento de cabeza lo que le dices, y si percibe en el metal de tu voz la cariñosa inflexión que él conoce, romperá a cantar. , Dante en la VIDA NUEVA, llama a Dios SEÑOR DE LA CORTESÍA.
La Cortesía es el más exquisito perfume de la vida, y tiene tal nobleza y generosidad que todos la podemos dar; hasta a aquellos que nada poseen en el mundo, EL SEÑOR DE LA CORTESÍA les concede el gracioso privilegio de otorgarla.
El hombre feliz, que no tenía camisa, sí tuvo cortesía para recibir a los emisarios del Sultán enfermo.
¿En qué abismo de pobreza, de desnudez, no puede caber la amable divinidad de una sonrisa, de una palabra suave, de un apretón He manos?
La Caridad, opulenta o humilde, lleva siempre el ropaje de la cortesía, y la santidad más alta no podemos ni imaginárnosla sino infinitamente cortés.