Por: Michelle Félix
¡Estoy gorda! Nadie me quera así, necesito bajar de peso,
no importa que me este muriendo de hambre ¡No voy a comer nada! Estas son algunas de las frases
que día a día pasaban por mi mente, no importaba que tan
delgada estuviera, nunca era suficiente.
Todo empezó cuando estaba en sexto de
primaria, el grupo de niñas con las que me juntaba
estaban obsesionadas con verse delgadas, hacían dietas, no comían
solo tomaban agua y se la pasaban hablando del físico. En el grupo en el que
estaba había una niña ¨gordita¨ de la que todos se burlaban, ¡Yo no quería que
también se burlaran de mi! las niñas delgadas eran las más populares, las más bonitas y desde que era pequeña yo siempre me considere una niña llenita,
así que para que no se burlaran de mí, empecé a actuar como ellas.
Recuerdo un día en el que habíamos ido la casa de una de las chicas populares a
hacer tarea, ¡Comimos mucho! y además vimos nuestra novela favorita (en
ese entonces) Rebelde, después de que se fue su mamá, nos quedamos solas en la casa, de repente
ellas empezaron a provocarse el vomito, no me obligaron a hacerlo y no lo hice
pero no podía creer lo que estaba pasando ¡Teníamos solo 12 años! y ellas
estaban vomitando para no engordar.
Cuando entre a la secundaria deje atrás a
esas amistades pero para mi suerte, me hice amiga de la chica más anoréxica del salón. Ella tenía amigos de tercero de
secundaria, que en poco tiempo se volvieron mis amigos, íbamos a
fiestas, hacíamos cosas de grandes como para unas niñas de 12 años, esas chicas
solo hablaban de lo que engordaba y lo que no,
estaban obsesionadas con su figura, con estar delgadas.
Inconscientemente empecé a imitar los mismos hábitos de ellas. Comía
poco, evitaba los carbohidratos, los dulces y
todo lo
frito, apenas estaba entrando en este trastorno, en ese entonces tenía todo ¨moderado¨.
El verdadero problema empezó cuando tenía 13 años, caí en una profunda depresión, allí fue cuando todo se complico. Todo me afectaba, no me aceptaba a mí misma, estaba en el peso adecuado para mi edad pero siempre que me veía en el espejo, me sentí obesa, sentía que todo me engordaba, comía muy poco, utilizaba servilletas para quitarles el exceso de grasa a las comidas, en ocasiones mordisqueaba la comida y lo demás lo ocultaba entre la ropa para después tirarlo, trataba de llenarme tomando agua, inventaba pretexto para no comer, por lo general en la cena, había ocasiones en las que me estaba muriendo de hambre y solo tomaba agua, no me daba el placer de comer nada que se me antojara, tenía una disciplina muy estricta de evitar comer dulces y cereales, hacia ejercicio a más no poder, por la mas mínima cosa que comía sentía la necesidad de hacer ejercicio. Aunque nunca me provoque el vomito me laxaba con pastillas naturales y trataba de comer pura fibra. Sentía que nadie me aceptaba, que todo mundo me veía gorda, pensaba que si no era esquelética nunca podría triunfar.
El momento en que toque fondo fue cuando un día durante un entrenamiento de Tae Kwon do me desmayé por tercera vez y al despertar me vi frente a un espejo ¡Parecía un cadáver! mi cabello no tenia brillo, se veía opaco y sin color, mi piel estaba ceniza y pegada a los huesos, los labios grises y los ojos sin brillo, era como si estuviera muerta, en ese momento vi mi vida pasar frente a mí, pensé en todo lo que me estaba dañando, muerta no podría cumplir todos los sueños que tenia y mis padres no merecían que les hiciera eso.
No fue algo que pude cambiar de un día para otro, necesite mucha ayuda de mis amigos, de mi familia y sobre todo de Dios, nunca entre a un centro de rehabilitación y tampoco fui con psicólogo pero me ayudo mucho tener a personas que me amaban y estuvieron allí para escucharme. No puedo decir que he superado totalmente la anorexia ya que a veces a un siento miedo al tener que comerme algo que contenga mucha grasa o con muchos carbohidratos, pero pienso en que es un regalo para consentirme, también he aprendido a comer de una manera más saludable y aun hago ejercicio de una manera moderada para ponerme en forma. No pasa nada si subo algunos kilos, me quiero tal y como soy.
Esta es la experiencia que nos comparte una chica de 18 años que prefiere permanecer anónima.
Así como ella, hay muchas chicas que han logrado superar este trastorno pero afuera aun hay muchas otras que necesitan ayuda o que pueden ser rescatadas a tiempo. Cerca del 95% de las personas que sufren este trastorno son mujeres, unos años atrás esta enfermedad la padecían exclusivamente adolescentes de 14 a 21 años de edad pero últimamente los casos han superado totalmente los estándares que se tenían, encontrando a enfermos que van desde niñas de 7 años hasta personas adultas ¡Del 100% de personas que sufren esta enfermedad el 4% mueren sin recibir ninguna ayuda! La anorexia se ha convertido en una enfermedad que no tiene distinción de sexo ni de edad. Por lo cual es importante estar informados acerca de los daños que pueden provocar este desorden alimenticio, las causas y las conductas de las personas que lo padecen para que sea fácil detectarlas y poder brindarles la ayuda que necesitan.
La anorexia es una enfermedad caracterizada por la pérdida significativa de peso, provocada por el mismo enfermo debido a que siente temor al hecho de aumentar de peso, por la percepción distorsionada que tiene de su imagen.
La palabra
anorexia derivada del griego, que significa ¨falta de apetito¨. Aunque la
Anorexia Nerviosa comenzó a conocerse en la década de
los 60, desde tiempos bíblicos se han descrito casos de abstinencia
alimenticia. Desde el siglo XIII al XV el control del apetito se relacionaba
con la religiosidad, tiempo después en el siglo XVII debido a las reformas
religiosas, las mujeres que podían abstenerse de alimento eran
consideradas hechiceras y eran condenadas a la horca o a la hoguera. El primer
caso registrado como anorexia ocurre en 1694, cuando un médico inglés,
describe a una joven paciente en estado de desnutrición extrema.
En la actualidad este
desorden alimenticio, es cada vez más común en la sociedad, ya que el mundo de
la moda y los medios de comunicación, crean estereotipos que nos
hace creer que es necesario ser extremadamente flaca para poder ser aceptado en
una sociedad, inculcando que lo único que importa es la imagen, haciendo que
nos preocupemos por estar delgados de una forma que daña nuestra salud física y
mental.
Las causas
de la anorexia pueden varían, pero el principal factor que la provoca es
la sociedad y los medios de comunicación, afectando
la psicología del enfermo causando este trastorno.
Factores como el bullying, la obesidad, la muerte de un
ser querido, los problemas en el hogar, los fracasos escolares o sucesos
traumáticos, pueden ocasionar que la persona padezca de esta
enfermedad.
Las personas que presentan este trastorno tienden a tener los
siguientes síntomas:
- Rechazo a mantener su peso,
incluso cuando se encuentra por debajo del recomendado.
- Percepción distorsionada del
cuerpo.
-
Ausencia
de tres ciclos menstruales consecutivos.
- Preocupación excesiva por
la composición de los alimentos y su contenido calórico.
- Constante sensación de frío.
- Obsesión por la imagen,
el peso y el ejercicio.
- Crean excusas para evitar la
comida.
- Tienden a tomar todo tipo de diuréticos, laxantes. Se provocan vómitos y purgas.
- Critica excesiva
de su peso corporal.
- Depresión.
Te invito a
que estés atento en estos síntomas para que puedas detectar si
alguien padece de esta enfermedad y puedas ayudarla a tiempo.
Salvaras una vida que te estará eternamente agradecida. Ellas
solo quieren alguien que las entienda y las escuche, muchas saben que tienen un
problema, pero no encuentran la manera de salir de él.
Existen centro de ayuda para las personas que padecen esta enfermedad en los que
se busca el aumento de peso del paciente de una manera saludable, se les ayuda
a recuperar sus hábitos alimenticios, pero el hecho de que la persona
haya recuperado su peso recomendado, no significa que ya se haya curado del
todo, debido a que hubo un factor que la orillo a tomar
esa decisión, así que se le brinda la ayuda psicológica
necesaria para que pueda detectar la causa y eliminar la
idea errónea de la percepción que se tiene de su cuerpo,
mejora su autoestima y desarrollar habilidades sociales entre
el enfermo y su entorno.